Por esta razón, por esta dificultad intelectual que tenemos como especie, es que siempre la verdad, la razón y la justicia han sido imposiciones arbitrarias del poder imperante. Adscribir a grandes verdades requiere del fanatismo para poder rechazar y perseguir todo aquello que se le opone. Vivir con certezas es vivir en contra de muchos otros, y esto se ve claramente en las religiones, por ejemplo.
La verdadera inteligencia es bajarnos de nuestra clásica soberbia para reconocer la poca inteligencia que tenemos, y asumir como estilo de vida una perenne búsqueda en medio de la confusión, sabiendo que cada certeza que logremos sólo será parcial y transitoria.
Aceptar la incerteza como parte esencial de nuestra condición nos llevará a vivir en la socrática idea de que no vemos y no sabemos, lo cual será, aunque parezca contradictorio, el comienzo de una vida más adentrada en la realidad.
Aceptar la incerteza como parte esencial de nuestra condición nos llevará a vivir en la socrática idea de que no vemos y no sabemos, lo cual será, aunque parezca contradictorio, el comienzo de una vida más adentrada en la realidad.
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